Berger
Berger
Berger señala en «Maneras de ver» lo que implica ver y cómo la forma en que vemos las cosas está determinada por lo que sabemos (esto parte de la teoría de la imaginación) Argumenta que el significado real de muchas imágenes ha sido oscurecido por el academicismo, modificado por la reproducción fotográfica y distorsionado por el valor económico
Ver
Berger empieza tratando de explicar la relación entre las palabras y lo que vemos. Señala que la visión y el reconocimiento son anteriores a las palabras. Es la visión la que nos sitúa en el mundo, pero las palabras nos sirven para explicarlo. A pesar de ello, sostiene que siempre hay una distinción entre lo que vemos y lo que sabemos. Por ejemplo, vemos que el sol gira alrededor de la tierra, pero sabemos lo contrario.
Una vez establecido que primero vemos y luego utilizamos palabras para explicar el mundo,
es decir, lo que sabemos, continúa diciendo que lo que sabemos o creemos afecta a la forma en que vemos las cosas. Se trata de una relación dinámica, que puede comenzar con la visión y el reconocimiento, pero que se convierte en un sistema en el que nuestra experiencia o conocimientos anteriores modifican nuestra forma de ver las cosas. Por ejemplo, hoy veríamos el fuego de forma distinta a como lo veían las personas de la Edad Media que creían en la realidad física del infierno.
El acto de ver es activo; es un acto de elección. Vemos lo que miramos y nos relacionamos con ello. También somos conscientes de que se nos puede ver y de que formamos parte del mundo visible. El resultado es que comprendemos que los demás pueden ver las cosas de otra manera. Esta naturaleza bidireccional (recíproca) de la visión es anterior al diálogo.